Ingresó a estudiar al Saint George’s College y en 1972, con sólo 16 años, sintió el llamado del servicio público desde la política. Se convirtió en jefe Estudiantil del Partido Nacional y desde allí comenzó a articular la oposición de los estudiantes secundarios al proyecto socialista denominado Escuela Nacional Unificada (ENU).

Con el objetivo de postular a la presidencia de la “Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago” (FESES) ingresó al Liceo José Victorino Lastarria. Sus contrincantes fueron Camilo Escalona por la UP y Miguel Salazar por el PDC. Nunca antes un representante de la centroderecha había participado en una elección de los liceos fiscales de Santiago. Desde entonces, miles de otros jóvenes se le unirían en su lucha por una educación que respetara la libertad y la diversidad, llenando la Alameda en periódicas y multitudinarias manifestaciones.

Sus estudios universitarios los realizó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, donde a inicios de los 80 se recibió de abogado con distinción máxima.

Se inició en él a los 20 años, empujado por su hermano Pablo, y rápidamente destacó, llegando a integrar la selección nacional de Chile entre los años 1976 y 1983. En 2005 fue elegido entre los mejores jugadores chilenos de todos los tiempos. Es en el deporte donde Andrés Allamand adquirió el sello de su vida política: saber ganar y perder, no quejarse, despejar los rencores, trabajar en equipo, sacar lo mejor de cada persona, en definitiva: actuar siempre como un líder que no permite que nadie se quede atrás.

Juan Andrés falleció el 20 de noviembre del año 2003, a los 15 años. Andrés Allamand ha dicho al respecto que la pena no se supera nunca y que sólo se aprende a vivir con ella.

Hoy, mantiene una estrecha relación con sus hijos. Con orgullo sigue las trayectorias de Olivia (33), pintora; Ignacia (32), actriz; y de Raimundo (23), el menor, quien el año pasado egresó de la Escuela Naval.

Andrés Allamand está casado hoy con Marcela Cubillos, quien es abogada y fue diputada durante ocho años representando a la UDI en las comunas de Providencia y Ñuñoa. Viven con los tres hijos de ella: José Antonio (18), León (14) y Baltazar (12). Él mismo ha señalado que si bien la vida le quitó un hijo, con todo el dolor y desgarro que eso significa, también le ha dado años después la oportunidad de ayudar a sacar adelante, de querer y hacer feliz a los tres niños de Marcela.

Andrés Allamand dice estar viviendo una de las mejores etapas de su vida en lo personal, mientras, al mismo tiempo, ha recorrido un fructífero camino en política, a lo largo del cual ha entregado a su país sus mejores años y todos sus talentos y capacidades.

Andrés comparte con Marcela la pasión por la política. De hecho, el relevante rol que ella tiene en la campaña quedó de manifestó desde el mismo día de la proclamación de él como candidato presidencial, en el Consejo General de RN, el 19 de enero de 2013.

Su vocación política quedó congelada durante los primeros diez años del gobierno militar, en el cual no participó. Volvió a la escena pública en 1983, con motivo de la apertura democrática y en el mes de agosto de 1985, recibió, junto a otros 19 destacados dirigentes representantes de todos los sectores, la invitación del entonces cardenal Juan Francisco Fresno, para anteponer el interés superior de la Patria, con el objetivo de proponerle al país un “Acuerdo Nacional para la Plena Transición hacia la Democracia”.

Era el tiempo de la reconstrucción institucional de Chile y, junto con ello, de la fundación de uno de los grandes pilares de este proceso: Renovación Nacional, que nace un 28 de abril de 1987, tras la convocatoria efectuada por Andrés Allamand. Entre 1988 y 1990 sería su secretario general y a partir de 1990 hasta 1997, su presidente.

Desde su nacimiento, RN se dio a la tarea de construir un partido amplio, acogedor de diversas corrientes de pensamiento, con una sólida democracia interna y una fuerte vocación de trabajo por la unidad de la centroderecha.

En 1989 desechó ir como candidato al Parlamento, ya que decidió dedicarse totalmente a la presidencia de Renovación Nacional para forjar una centroderecha orientada hacia el futuro, para convocar al centro político y contribuir decisivamente a la transición. En su rol de timonel del partido, Allamand “reclutó” a Sebastián Piñera como candidato a senador de RN por Santiago Oriente.

Es ampliamente reconocido el papel de Andrés Allamand como articulador de la “Democracia de los Acuerdos”, que incluyó importantes reformas a la Constitución y el reconocimiento del problema pendiente de los derechos humanos, lo que le permitió al país consolidar su proceso de transición. En la década del 90, Andrés Allamand logró combinar un liderazgo fuertemente asentado en los partidos políticos, con una libertad e independencia de juicio que no lo hace dudar, si cree bueno para el país, enfrentar a los grupos de poder o las críticas emanadas de sus propias filas.

Quienes lo conocen, saben que considera la “farandulización” de la política, es decir, el no mostrar las ideas, el esconder la personalidad bajo un envase atractivo o simplemente un nombre o una cara amable, una nueva forma de demagogia, ya que al final es un engaño al electorado y opinión pública.

En 1993, se presentó como candidato a diputado por el Distrito 23 de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea y resultó electo.

En 1997, con 41 años, se presentó a senador por la Región Metropolitana y sufrió su única derrota electoral. Es, sin embargo, en esa ocasión donde también dio testimonio de su carácter, al señalar la noche de la derrota, que “la primera norma de alguien que ama la democracia es recibir de buen ánimo el veredicto del pueblo, tanto cuando es favorable, como cuando es adverso”.

A su regreso a Chile en 2002, se reintegró a la actividad política y el año 2005 fue elegido senador por la Región de los Ríos y las comunas de Osorno, San Pablo y San Juan de La Costa, estas últimas, pertenecientes a la Región de los Lagos. Como candidato unitario tanto por RN como por la UDI, obtuvo la primera mayoría al derrotar a Eduardo Frei, ex Presidente de la República.

Su regreso a la política demuestra que siempre ha sido su vocación y que tiene la capacidad para tomar distancia, aprender y volver a servir desde ahí al país y a sus ideas. Es, por así decirlo, una vocación permanente, forjada en la adversidad y no un interés pasajero que sólo ha conocido de brillo, figuración y momentos felices. Para Andrés Allamand, la política es el camino que él eligió de servir a Chile. Como senador por Los Ríos y Osorno se involucró con fuerza en los temas regionales, pero mantuvo su alcance como figura política nacional. De hecho, en 2006 fue reconocido por sus pares por su destacada labor parlamentaria.

Además, participó en diversas publicaciones académicas, entre otras el libro “La política importa”, publicado por el BID, que aborda la relación entre la política y el desarrollo en América Latina.

El año 2002 regresó a Chile, reiniciando su práctica profesional de abogado, fundando la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, siendo su primer Decano. Durante varios años se desempeñó como profesor del MBA de dicha casa de estudios.

En 1989, publicó “Discursos Entrevistas y Conferencias”, un compilado de sus apariciones públicas, en las cuales sintetiza su participación en política, hasta entonces. En la página 354 de ese libro, que reproduce una entrevista que le hizo la destacada periodista y premio Nacional de Periodismo, Raquel Correa, la cual publicada por Revista Cosas del 12 de enero de 1984, se lee: “Para saber que su futuro está en la política no se precisa consultar a ningún adivino. De eso no cabe duda. Y a sus admiradores no les cuesta nada avizorarlo hasta con la banda presidencial….”.

En 1993, publicó “La Centroderecha del futuro”; en 1999, lanzó su autobiografía “La Travesía del Desierto”; y, en 2007, “El Desalojo. Por qué la Concertación debe irse el 2010″. Fue también Co-autor en 2003 de “La política importa. Democracia y desarrollo en América Latina”.

En 2010 lanzó su, hasta ahora, último libro: “La Estrella y el Arcoiris”, el que escribió junto a su esposa, Marcela Cubillos y en donde ambos cuentan los entretelones de la campaña que le permitió a la Centroderecha ganar su primera elección presidencial en 50 años.

En el año 2009 integró el Comité Estratégico de la Campaña de Sebastián Piñera. Con posterioridad al cambio de Gobierno, en mayo del 2010, publicó junto a su esposa Marcela Cubillos, el libro “La Estrella y el Arco Iris”, que relata los hechos más relevantes de la histórica campaña y cómo se gestó ese triunfo. El libro está dedicado “a todos los que durante 20 años lucharon por derrotar democráticamente a la Concertación”.

Entre los principales logros a cargo de la cartera estuvo el haber iniciado y obtenido la aprobación, virtualmente unánime de la Cámara de Diputados, de la nueva Ley de Financiamiento de las Fuerzas Armadas, llamada a reemplazar a la antigua Ley Reservada del Cobre.El 2 de septiembre del 2011, un avión de la Fuerza Aérea sufrió un accidente en la lejana Isla de Juan Fernández, falleciendo sus 21 ocupantes, uno de los cuales era su cuñado, Felipe Cubillos, creador de “Desafío Levantemos Chile”.

La tragedia remeció al país y el entonces ministro Allamand asumió una acertada conducción del proceso de rescate. Más tarde, diría que, de alguna manera, la vida lo preparó para enfrentar tan dura prueba.

En el mes de noviembre de 2012, concluyó su participación en el Gabinete del Presidente Piñera, dando inicio a su Campaña Presidencial.

Ese día, ante los alrededor de 700 asistentes al Consejo del Partido del cual es fundador, señaló: “Hoy estoy aquí, frente a ustedes y frente al país, luego de un largo camino. Atrás, pero a la vista de todo el mundo, está mi vida política”.